viernes, 23 de noviembre de 2012

Dos Poemas de Isaac Goldemberg Bay


Los siguientes poemas han sido tomados del Libro de Isaac Goldemberg Bay titulado La vida breve (antología personal 2001-2012) y ha sido publicado por el Fondo Editorial de la Universidad Privada Antonio Guillermo Urrelo (Cajamarca).


CRÓNICAS
Por Isaac Goldemberg Bay

Entonces empecé mi viaje por la historia
y recuerdo que los héroes —me refiero a aquellos
que pensaron en la vida a la hora de la muerte—
sacaban a relucir sus uñas de fantasma.

Sucedía que después de todo
era imposible olvidarse de los siete poemas de Mariátegui
sucedía que aunque decapitado
guardaba aún en el bolsillo
(el izquierdo)
dos centavos de patriotismo

Entonces emprendí el camino que no empezaba
ni terminaba en Jerusalén o el Cusco
descubrí finalmente que Confucio Jesucristo Carlos Marx
se confabulaban para hacer una edición nueva de la Biblia
y que en definitiva el ombligo del mundo
le pertenecía a una mujer estéril

Salomón mandaba cercenar al hijo de mi conciencia
y entregaba la cabeza a la madre occidental
y un culo con dos piernas a la madre oriental
Fue así como le empezó a crecer a nuestra cultura
una mentira del tamaño de una nariz

Una voz sedienta moribunda me revelaba
que la civilización partió del crimen cometido por el dios-caín
qué más daba que Wiracocha hubiese nacido en el pesebre de Belén
o que Jesucristo fuese hijo del lago Titicaca

No necesitábamos exámenes de espermatozoides
sino exámenes de conciencia

A fi n de cuentas yo hijo del acto de Abraham con Mama Ocllo
hermano paterno de David el Pachacútec hebreo
hilaba mis raíces en la judaica Castilla del Tahuantinsuyo

No es necesario decir nada poetas
hoy en día la palabra ha dejado de ser el arma del profeta
y la razón en esta época distanciada como nunca
del misterio que nos teje el universo
sólo se refleja en la mudez de nuestros muertos

Es necesario sí emprender la búsqueda de los seudónimos
comprender que da lo mismo llamarse león caballo o gato
que los nombres de los héroes huelen ya a pergamino
De ahí resulta que es mejor oveja a Abraham
carnero a Jesucristo
o llama a Manko

HUAYNO ZAPATEADO DE CHEPÉN A SANTIAGO DE CHUCO
Por Isaac Goldemberg Bay

Ay vidita quién pudiera perder toda memoria
de mí de ti de todos nosotros ellos
Quién pudiera ay hacer que los pronombres
saltaran sobre su propia cáscara
que cruzada de piernas se abriese nuestra vida
y entrara morado y seco doblando dúctiles campanas
el pene del olvido chichesco y choclo
Ay memoria tan virgen tú en tus encajes blancos
cavando ardiente fosa
al borde de la carne haces bailar injusta pala
Ay olvido sangre en retroceso imploras
Flojamente cuerda despacios adjetivos
Ay memoria tragaverbos y matapredicados
háblame olvido cachero de los mudos
cállate fría memoria de los sordos
¿No son ellos mancos cojos
los que al fuego meten pies y manos
y aúllan lobos por nombrarlos?
El grito primero del olvido nombró al fuego
la memoria dio su primer soplo por borrarlo
Olvido pisa con taco fino nuestro cajón de muerto
pañuelo en mano zapatea memoria nuestro clavo más flaco

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